Esta columna no es como las clásicas entradas bloggeras que hemos hecho para apoyar las iniciativas de aquell@s comensales que nos han dado su enorme apoyo (ya sea en la cercanĂa de un carrete con olor a asado y pebre natural, o a travĂ©s de las redes sociales),... y es que en esta ocasiĂłn, nos tomamos el permiso de analizar la realidad en base al noticiĂłn que aquĂ le traemos.
Bueno,... el hecho es que durante todos los viernes y sábados de abril se presentará en el Teatro La Troupe del Portal Ñuñoa la obra teatral cómica "Maldito Disney", la cual se inspira en las peripecias y locas andanzas de la comensal ilustre
Bernardita Ruffinelli (sĂ!! la misma que ha escrito columnas para Publimetro y LUN, y de la cual hablan caleta en Twitter!!), que se encuentran plasmadas en un blog que habla de la actualidad, el amor y el sexo y otras hierbas (sĂ!! incluso las que se llevaron de la casa de Ariel Mateluna...). Y en el sĂłlo hecho de pensar en el tĂtulo de la obra,... da para pensar y reflexionar cual monje tibetano,... claro, pero en versiĂłn adaptada al culto ruffinelliano.
Tras horas de meditaciĂłn (sobre todo con ayuda del WC),... nos dimos cuenta que, tal como lo pretende mostrar esta obra,... pucha que nos han cagado la vida y la onda los cuentos de hadas de Disney!!!! Y creemos que no sĂłlo se la han jodido a las fĂ©minas, al observar que el gran grueso de los pobres y tristes mortales de este paĂs dista de unos 40 años luz (conste que la cifra puede variar: al que escribe esta columna le ha dado un ataque repentino de generosidad exacerbada en estas lĂneas) del aspecto, tanto fĂsico como psicolĂłgico, de los galanes protagonistas de las pelĂculas de la industria del raton Mickey... sino que tambiĂ©n los hombres han salido perjudicados con esta concepciĂłn mental sacada de una buena parte de los cuentos de hadas existentes en el planetoide.
Y seguramente se preguntarán: "¿por quĂ© Disney le cagarĂa la onda a los varones?" Bueno, la respuesta es simple: porque a la hora de buscarse una pareja con quien decirse "amuñi muñi muñĂ" por telĂ©fono, y todas esas otras cosas anexas,... los objetivos se vuelven distintos entre uno y otro gĂ©nero. Mientras que las mujeres (ojo!! no todas... pero sĂ una fracciĂłn no menospreciable) idealizan la bĂşsqueda sempiterna del gallardo prĂncipe azul (o del color que sea, dependiendo del punto de vista y el grado de daltonismo de la aludida), que sea capaz de llevarla en un noble corcel de blanco pelaje y copete sedoso, hasta un castillo colmado de lujos y con un "y vivieron felices para siempre",... el hombre observa que una buena fracciĂłn de las mujeres no dista mucho del contexto de las tipas de Disney (con algunos tintes de diferencia... ¿o acaso han visto en alguna parte a una mitad mujer-mitad pez, o a alguien cuya Ăşnica gracia sea dormir todo el dĂa?), puesto que, salvo algunas excepciones, las princesas Disney se convertĂan en ello al enganchar al descendiente directo del trono. De hecho, nos percatamos que el Ăşnico cuento de Disney que, en algo salva al gĂ©nero masculino, es "La Bella y la Bestia", puesto que el protagonista era más feo que pegarle a la mamá con un bate de bĂ©isbol,... pero supo sacarle provecho a cosas que van más allá de la apariencia fĂsica para finalmente quedarse con la linda chicoca
En resumen,... notamos que, sin haber visto aún la obra (pero con las ganas de hacerse el tiempo para ir a verla),... el efecto que causa la cachetada que nos da la realidad al ver lo distantes que estamos del proyecto de vida que nos enchufan los cuentos de hadas... se responde (aunque sea en parte, pues hay otras variables en el baile) por qué el Censo del año pasado arrojó un aumento del porcentaje de mujeres solteras. En fin,... gracias,... Disney y la re-CTM!!
(para los que se preguntan cuánto sale la entrada pa' ver la obra, les decimos que sale 6 lucrecias por persona...)
Escrito por
Héctor Riquelme A., médico general, comediante amateur y coreógrafo de este proyecto
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